Con motivo del 40º aniversario de la jura de bandera de la promoción de don Felipe, la princesa Leonor se ha reunido hoy, en la Academia General Militar de Zaragoza, en la que está afrontando a la recta final de su formación, con los Reyes. Después de pasar juntos la Semana Santa hace un mes, el Rey y doña Letizia vuelven a verse con su primogénita en una velada en la que la gran ausente ha sido la infanta Sofía, que se encuentra siguiendo sus estudios de primero de bachillerato en el UWC Atlantic College de Reino Unido. Para la cita en la capital aragonesa, la Reina ha vuelto a cautivar gracias a su elegante estilo.
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La Reina ha acompañado a Don Felipe en su jura de bandera 40 años después, junto a otros de sus 200 compañeros de la XLIV promoción del Ejército de Tierra, acto que ha comenzado con una formación en el Patio de Armas en la que ha participado la princesa de Asturias. Para la ocasión, la esposa del rey Felipe VI ha deslumbrado dejando de un lado las tonalidades vibrantes que abanderó en su viaje de Estado por Países Bajos, confiando así en básicos sumamente discretos, aunque igual de acertados.
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Esta vez, la Reina se ha mostrado prudente y se ha presentado con un traje sastre conformado por dos piezas en blanco impoluto, una de las tonalidades clave para el éxito estilístico durante el período primaveral: blazer con solapas de botonadura simple y bolsillos frontales y pantalón de corte recto y pernera ancha a juego. En el interior, ha llevado una camiseta básica negra a contraste de escote abierto.
En términos de complementos, doña Letizia ha optado por unos zapatos de tacón cómodo en negro con puntera tan afilada como infinita, además de un exquisito modelo de bolso geométrico de mano en negro con cierre dorado. Hablando de joyería, la Reina ha añadido grandes dosis de sofisticación a su ya habitual uniforme con unos pendientes de zafiros que no han pasado nada desapercibidos.
